A continuación os dejo, con permiso del autor, una
"Crónica del Viernes Santo" por D. Pablo Arturo Cano, miembro de
la Asociación Musical San Isidro de Armilla
[https://m.facebook.com/notes/aso-musical-san-isidro-de-armilla/cr%C3%B3nica-viernes-santo-2017/2266337460257595/]:
En casa los Viernes Santos han sido siempre especiales.
Recuerdo de niño el halo a solemnidad y devoción a la hora nona, arrodillados
todos ante una Virgen de las Angustias resguardada en su urna de cristal.
Si, los Viernes Santos siempre fueron especiales.
El Hijo de Dios en su Expiración traspasa el dintel de su
templo y arrancan las primeras notas de FILIUS DEI. Comienza nuestro último
acompañamiento de esta Semana Santa.
Momentos antes, las fotografías de rigor, por cuerdas,
grupos de amigos o familia testifican nuestro paso por una semana de pasión que
nos quedará para la historia.
En el cuello de Manolo Toro un cordón negro y blanco sujeta
la medalla de la hermandad. La lleva con orgullo y prestancia. Y entre las idas
y venidas Alejandro saluda a sus compañeros de Tres Caídas paseando en su pecho
el escudo de la Banda de Armilla. La banda que esta semana le ha visto crecer
musicalmente.
“Soleá dame la mano” para ELLA, la Reina de Roma, para la
virgen viajera que pronto será admirada por tierras hispalenses. El silencio de
la expectación se rompe y avanza el palio con sones solemnes entremezclados de
alegría contenida. Subterráneo, Estrella Sublime, Virgen de la Paz… Parasceve
para la Virgen de las Angustias.
AMARGURAS. La marcha de las marchas para la Virgen escolapia
en su entrada a Ganivet. Y un escalofrío de emoción recorre mi espalda. Si, son
mis compañeros los que están convirtiendo este momento en único. Dios mío como
suena Amarguras. Y las sonrisas de satisfacción de Antonio Estevez y Enrique
Adarve confirman lo que yo ya sabía. La chicotá ha sido de lujo. Dios mío como
suena la banda. Pero si Amarguras fue espectacular Mayor Dolor de López Carreño
fue la emoción derrochada de unos músicos y una cuadrilla costalera que lo
dieron todo.
Madre y Dolorosa para Pasiegas.
La Estación de Penitencia tenía sabor a buen gusto y en la
vuelta las marchas se sucedían unas a otras. ¿Quién puede ponerle alguna
objeción a Palio Blanco o Quinta Angustia?
Al llegar a San Matías “La Madruga” augura que las próximas
chicotás serán de ensueño. Valle de Sevilla, La Sangre y la Gloria, Margot…
hasta las puertas escolapias.
Lolo Valenzuela, capataz de la Perla Negra, llama a su
gente: “Esta levantá quiero que vaya por Felix y por su Banda de Armilla, por
sus componentes. Que sigan acompañándonos muchos años con los sones de Mayor
Dolor. ¡¡¡A esta es!!!”.
Virgen del Valle para despedir a María Stma. del Mayor
Dolor, cerrando las puertas de su templo y dejando atrás un Viernes Santo para
el recuerdo.
Pero aun nos faltaba subir las escaleras del cielo. Las
escaleras al coro para el momento de mayor recogimiento de la estación de
penitencia. La virgen avanza en penumbra iluminada por su candelería y suena
Mayor Dolor junto con Ave María. Silencio y respeto.
Que grandes mis compañeros. Qué forma de despedir un Viernes
Santo, una Semana Santa.
Si, los Viernes Santos siempre fueron especiales. Siempre
tuvieron ese pellizco de añejo, de tradición, de solemnidad y devoción.
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