Un año más se cumplió el ritual y, gracias a Dios, nuevamente el acto congregó a multitud de hermanos, fieles y devotos junto a la Sagrada Imagen del Cristo Expirante de Granada. VER GALERÍA
La jornada comenzó con el Solemne Besapié a nuestro Titular Cristífero, situado en el centro de la Sacristía de nuestra Sede, revestida en tonos morados para la ocasión, con el simple acompañamiento de 4 blandones y 4 ciriales al frente de la misma. La talla del Señor es tan sublime que no necesita nada más a su alrededor, Él sólo llena cualquier estancia y acapara toda la atención.
Fueron 5 horas largas de un continuo ir y venir de personas que se acercaban a reverenciar a la Sagrada Imagen y poder observarla de cerca (algo poco inusual, debido a que la altura a la que podemos verlo habitualmente supera los 3 metros de altura). Son momentos de intimidad junto a Él.
A las 21:15h. una Parroquia abarrotada aguardaba el comienzo del acto de la subida a su paso procesional, que se iniciaba con el templo prácticamente en penumbras, apenas iluminado con algo de luz artificial y el cálido resplandor que emanaban de la candelería del palio encendida en su totalidad y los guardabrisas del paso del Señor.
Se abrían las puertas de la Sacristía y avanzaba la Cruz Parroquial
escoltada por dos hachetas y seguida de 10 parejas de hermanos con
cirio, indicando el camino que había de recorrer la imagen del
Crucificado (precedido por su cuerpo litúrgico), que era portado esta
vez por hermanas de nuestra corporación nazarena, quienes minuciosamente
trasladaron Su Imagen hasta situarlo bajo el coro, donde sería hizado
lentamente. Durante todo este proceder, nuestro Director Espiritual
conducía la oración de las 7 palabras, intercalando cánticos del coro
gregoriano que nos acompañaba en la jornada de ayer.
El
equipo de priostía procedía a la correcta colocación y fijación del
Crucificado en su paso procesional, situándose finalmente junto a Su
Madre, y aguardando pacientemente hasta el próximo Viernes Santo cuando,
sólo si Ellos quieren, volverán a procesionar por las calles de
Granada.
Desde la Hermandad queremos agradecer a todos los hermanos que nos acompañaron en este acto, así como al resto de fieles y devotos que acudieron a nuestra Parroquia, por su comportamiento y saber estar, creando el clima de respeto, intimidad y oración que el acto necesita.
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