viernes, 27 de febrero de 2015

ENTREVISTA A JORGE MARTÍNEZ GARZÓN



Retomamos las entrevistas acercándonos hasta las instalaciones de TG7, donde nos atiende gustosamente D. Jorge Martínez Garzón. Allí lo encontramos junto a una "alcochofa", que ha sido su compañera de este viaje de periodismo cofrade durante ya más de tres décadas, ese es el tiempo que lleva colándose en nuestros hogares mediante las ondas radiofónicas, televisivas, digitales y prensa escrita, para acercarnos todo lo que acontece en torno a nuestras Hermandades y el movimiento cofrade en general. Quizá no se le ha reconocido el trabajo que viene realizando, apoyando a nuestras Hermandades y Cofradías como el que más, apostando por este "mundillo" cuando apenas levantaba el interés de unos pocos, dándole la alternativa a jóvenes cofrades que han llegado ser incluso Hermanos Mayores de sus corporaciones. Se puede decir que ha ido siempre un paso por delante, generando un movimiento de cambio y mejora en nuestro ambiente, siempre desde el respeto y la humildad. Hoy, le toca a él ser el protagonista y que nos deje conocerlo un poco mejor:


Pregunta de rigor, el cofrade nace o se hace.
Creo que las dos cosas. En estos momentos la gran mayoría de los cofrades granadinos nos hemos hecho pero también es cierto que estamos facilitando nuevas generaciones de hermanos que ya van creciendo al sonido de una corneta, al amparo de una hermandad y al regusto de un costal. Mi esperanza de futuro está en los que sí han nacido ya bajo el sello de una familia cofrade que, espero, sean mejores que nosotros.
¿Cómo y cuando te involucras en el mundo cofrade?
Desde muy pequeño me atraía este mundo. Nací en calle Reyes Católicos y pasaban cada año todas debajo de mi balcón. Eso me comenzó a llamar la atención y me gustaba. Luego llegaron ya los años de compromiso, a finales de los setenta y en 1981 la vinculación definitiva a la trabajadera del paso de la Virgen de la Soledad, de San Jerónimo.

¿Te consideras un cofrade conservador o progresista?
Progresista en casi todo. Conservador en la esencia única y verdadera de una hermandad: La pertenencia a la Iglesia Católica y a la doctrina que emana de la fe. En lo estético, más que progresista, avanzado. Dispuesto siempre a aprender, a mirar a todos los lugares donde tenga sentido un cortejo nazareno.

¿Cómo ves la salud cofrade actualmente en nuestra ciudad?
Con absoluta honestidad: bastante regular. Verás, creo que gozamos de respaldo popular, no todo el que quisiéramos pero bastante más del que podíamos pensar hace treinta años. La Iglesia es más colaboracionista que antaño. Estamos más, somos más número, capaces de emprender metas más altas y de ilusionarnos con proyectos de altura, pero si la esencia básica que es la vida de hermandad, la participación en la vida comunitaria, la asistencia a los actos religiosos y el compromiso con nuestra fe, no se enriquece, el mérito de todo lo anterior es nulo. Y por tanto el peligro de continuidad estará siempre latente. Debemos estar con las lámparas encendidas para saber tamizar la esencia de lo superfluo y en ello tenemos todos responsabilidad.

Haznos un balance de tu experiencia como cofrade en general.
Es complejo hacer un balance de la vida de un cofrade que se dedicó a hacer de su pasión una forma de trabajo. No he podido vivir la vida en mi hermandad con la dedicación que me hubiera gustado. Ahora pienso que cuando me jubile le daré todo lo que no he podido ofrecerle en estos años. En el platillo de lo positivo, he disfrutado mucho con las cofradías granadinas, he podido narrarlas, he podido expresarme como cofrade, he aprendido a morderme la lengua, a moderar mis criterios, a compartirlos. Me ha faltado poder vivir con mis hermanos las noches de montajes, más momentos íntimos en el seno de una cofradía. Echo mucho de menos una trabajadera y dejarme llevar bajo la celosía de un respiradero. Hoy veo a mi hijo disfrutar de lo que yo me dejé atrás y siento una enorme alegría.

¿Algún momento cofrade que recuerdes cariñosamente?
Muchos, afortunadamente. Pero hay uno que siempre me hace disfrutarlo cuando lo recuerdo. Un ensayo de la cuadrilla de la Soledad en el monasterio de San Jerónimo. Por fuera la voz de Antonio Sánchez Osuna, la marcha “Ione” en el aparato de música. A mi lado, mis hermanos de la cuadrilla, mis amigos... entrar a San Jerónimo y verla a Ella con esos recuerdos me sigue emocionando. Luego, otros muchos más bajo el capillo de mi hermandad del Santo Cristo de San Agustín. De ésta, la bajada del Señor para la restauración de la cruz de plata. Momentos tan bonitos como emotivos e íntimos. Los almaceno con especial mimo en mi memoria.

¿Cómo influyen los medios de comunicación en nuestras Hermandades, y viceversa?
Yo creo que no se debe hablar de influencia, sino de colaboración. Los medios pueden aportar popularidad a las cofradías y éstas, al menos a mi, me ofrecen siempre muchas lecciones. Creo que somos complementarios y nunca contrincantes. Quien quiera verlo de otra forma pienso que pierde el tiempo. Ni los medios informativos pueden sobresalir sobre las hermandades ni éstas sentirse invadidas por los medios. Son temas que interesan a los ciudadanos y, espero, sigan interesando cada vez más.

¿Ves suficiente el tiempo y espacio dedicado a nuestra Semana Santa en los medios?
Siempre nos quedaríamos cortos. Muchas veces no es sólo tema de tiempo sino de hacer un producto que sea agradable y atractivo a todos. Me planteo más servir a la sociedad granadina lo que hacen las hermandades que hacer un programa específico para los cofrades. Es más rico poder enseñarle a nuestros vecinos la vida de las cofradías que dejar satisfechos a los cofrades  con programas densos que solo podrían interesarle a una minoría.
Para los cofrades, como para todos los seguidores de programas divulgativos, todo el tiempo es poco. Siempre estaremos dispuestos a ver un taller de bordado u orfebrería, a escuchar música cofrade y ver los preparativos de la Semana Santa aunque sea agosto. Todo nos parecerá poco. En cualquier caso hay que tener en cuenta que las empresas no atraviesan el mejor momento y por tanto hay que equilibrar presupuestos. En prensa el costo de la información se calibra de una manera, en radio de otra y en televisión, también es diferente. Internet nos facilita la posibilidad de realizar información cofrade de manera más económica y por ahí se abre un camino de futuro que nos traerá muchas sorpresas. Buenas y no tan buenas.

Como periodista cofrade, ¿tienes algún anhelo, petición o reivindicación?
La principal preocupación como cofrade e informador es ser capaz de hacer ver a todos los oyentes, lectores o espectadores que por encima de todo esto es una manifestación religiosa. No vale sólo lo tradicional y popular, el movimiento de masas y otras muchas parafernalias que nos inventamos para justificar a una hermandad. Esto es por encima de todo un movimiento cristiano y católico de mujeres y hombres de fe. Que nada ni nadie nos distraiga la finalidad de las cofradías que no es sino la de incardinar en la sociedad la experiencia de la fe. Somos los tentáculos de la Iglesia que se filtran en la sociedad. Así fue, así lo es y así debe seguir siendo. Y mucho ojo con quienes desean desnaturalizar a las cofradías de este sentido. Aquí cabemos todos pero la finalidad es siempre la religiosa. Los demás aditivos están ahí, son precisos y no se pueden olvidar para un cofrade. Pero la meta está siempre en el Evangelio, no en el turismo.

¿Qué noticia te gustaría dar?
He tenido la enorme suerte de retransmitir el paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor, en Roma; la vi nacer en el taller de Álvarez Duarte. He narrado tres coronaciones canónicas, el paso de misterio de Jesús Despojado, ante el Santo Padre, en la JMJ; He contado la entrada de las cofradías en la Catedral para cumplir la estación de penitencia. He vivido el Año Jubilar del tercer Milenio; dos años Jubilares Marianos, el Centenario de la Coronación de la Virgen de las Angustias con su salida extraordinaria, la “Passio Granatensis” y la peregrinación mariana “María, Madre de Granada”.  ¿A que puedo aspirar ya?, seguramente a contarle a los granadinos que los cortejos de nazarenos son mucho más participativos. He dado muchas noticias cofrades, la gran mayoría, buenísimas.


Pasemos a hablar un poco sobre mi Hermadad Escolapia... Personalmente, ¿Cómo ves la Hermandad de Escolapios haciendo una mirada global?
Es una cofradía por la que siento una enorme afinidad. Es cofradía de Viernes Santo y siempre sus túnicas nazarenas me evocan a mi padre, antiguo alumno escolapio. Quizás por ello siempre que voy a San José de Calasanz me resulte tan gratificante. Si me preguntas por una respuesta más comprometida, te puedo decir que, a nivel general creo que es una hermandad a cuyos hermanos les haría falta un paso más decidido hacia el frente, si me permiten esa apreciación, y con el debido respeto a todos ellos.

Y ¿cómo crees que se ve en el mundo cofrade en general?
Creo que es una cofradía que goza de especiales cariños. Pero también es cierto que tal vez de la impresión de ser una cofradía un poco aislada. Pero debe ser una impresión muy personal que seguramente no se corresponderá con la realidad.

Todos tenemos una Semana Santa idealizada en nuestra mente, ¿cómo se presenta Escolapios en la tuya?
La veo... con mas hermanos vistiendo el negro y blanco de sus túnicas nazarenas. El templo siempre lleno como el Domingo de Pasión cuando se sube al Señor a su paso. La veo con una acción social generosísima, lejos sólo del reparto de alimentos y propiciando, por ejemplo, proyectos educativos en lugares donde las Escuelas Pías no pueden alcanzar sus manos.

¿Qué destacarías de esta corporación nazarena?
La afinidad de los recuerdos. Me encuentro a muchos granadinos en citas que no son cofrades que, cuando echan mano de sus recuerdos, siempre tienen alguno para la cofradía del colegio en el que cursaron sus estudios. Eso me produce mucha incertidumbre pues no encuentro el motivo por el que la cofradía no pudo, no supo o no quiso atraerlos para dar el paso definitivo de su incorporación y, lo que hubiera sido mejor aún, de su fidelidad a la cofradía y a sus Titulares.

¿Qué momento de su Estación de Penitencia recomienda? ¿Por qué?
Cualquiera. Me gusta descubrir siempre instantes nuevos, personales, capaces de pillarme pellizco en el corazón. Pero confieso que hay un instante que me evoca siempre sentimientos especiales. Es cuando, una cámara a la altura del rostro de la Virgen del Mayor Dolor es capaz de recoger ese semblante que no se si llora o me mira y me sonríe. El fondo de ese instante es el río Genil.

Todas las Hermandades pueden mejorar, a tu entender, ¿en qué debería de hacerlo mi hermandad?
Soy sincero, lo prometo. En la capacidad de no aburrir a nadie, de no excluir a nadie y de no dejar en la acera a ningún hermano.

¿Tienes alguna anécdota relacionada con la Cofradía?
Muchas. Desde uno de aquellos encuentros en el puente sobre el río Genil en el que creía que me moría por el humo de las bengalas hasta los varios viajes al taller de Álvarez Duarte para ver el trabajo en la imagen de María Santísima. Uno de los momentos que mas recuerdo tristemente es cuando hace unos años se encajó la imagen del Señor en el arco de salida, lo pasé fatal. Todos compartimos momentos especialmente señalados con esta hermandad pero sin lugar a dudas los vividos en Roma, con la banda de música en el regreso tras la Virgen del Mayor Dolor o las palabras del padre Enrique Iniesta, pletórico de alegría tras recogerse el palio en San Juan de los Florentinos cuando nos emocionó con sus palabras... “¡Roma siempre será Roma¡”.

¿Algún momento especial que hayas vivido, o te haya hecho vivir?
Hay un recuerdo entrañable que quiero compartir con los hermanos de la cofradía. No es específicamente de Semana Santa sino de los preparativos de la peregrinación a Roma. En la Academia Española en Roma, asomado a la ventana, por la noche, después de los trámites realizados durante todo el día, cansados, hablaba con mi compañero de habitación, Luis Recuerda. Roma estaba tendida a nuestros ojos y nosotros imaginábamos a la Virgen del Mayor Dolor caminando por aquellas calles. Te prometo que aquella frase “¡A Roma con Ella¡” sigue siendo una motivación en mi vida cofrade. Un viaje salpicado de anécdotas, de vivencias internas, de comunión con Roma, acompañados por José María Ortiz, Juan García Montero y Cristóbal Casares. ¡ Inolvidable ¡.

Para terminar, un sueño cofrade.
¿Solo uno?. Te diré dos. Uno general y otro personal. Sueño con unas hermandades que cuando se hagan cofradía en la calle gocen de, al menos, el cincuenta por ciento de los hermanos de nómina vistiendo la túnica nazarena. En lo personal... sueño con unos minutos, unos pocos al menos, bajo las trabajaderas de la Madre de Dios de la Soledad. Delante, mi capataz de entonces, Paco Delgado. En un costero, de contraguía, la voz de Paco Tejerizo y Mario Delgado. A mi vera, Vicente Sabater. Detrás, Cecilio Aguilar. Próximo a mi palo, Javier Gómez, Javier Dougnac, Manolo Delgado, Miguel Ángel Hita, mi hermano Miguel Ángel. Y dentro también, mis dos hijos. Con esos minutos podría ya seguir respirando muchos años más. 


Sólo me queda darte las gracias por el tiempo que me has concecido para la realización de esta respuesta, y nuevamente darte las gracias de corazón, por el tiempo que le dedicas a la difusión de todo lo bueno que hacemos las Hermandades, que no es poco. Un abrazo, y aquí tienes tu casa para lo que necesites.

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