Me he acercado a la tienda "Hugo de Monfort" en plena calle Reyes Católicos, y rodeado de lienzos ilustrados con obras de arte, he tenido la oportunidad de charlar con D. Álvaro L. Barea Piñar, conocido cofrade granadino, a quien hemos podido ver presentando distintos carteles, participando en numerosas tertulias o pregonando al Realejo en el 2008.
Vamos a comenzar conociéndolo un poco como cofrade:
Pregunta de rigor,
el cofrade nace o se hace.
Las dos cosas: hay cofrades que vienen
influenciados por la cuna que los arrulló y otros que ven luz en las tinieblas
cuando alcanzan cierta madurez. La cuna no garantiza ni la calidad del cofrade
ni su continuidad, así que bienvenidos sean ambos métodos.
¿Cómo y cuando te
involucras en el mundo cofrade?
Soy la tercera generación de miembros del
Silencio en una familia que ya tiene cuatro, así que me viene de cuna en ese
caso particular. Luego fui seleccionando devociones y corporaciones que
completaran mis inquietudes cofrades en diversos aspectos, así hasta pertenecer
a la nómina de cinco: cuatro granadinas y una sevillana.
¿Te consideras un
cofrade conservador o progresista?
¿Hay que elegir?. Supongo que cada circunstancia
apareja un modo de actuar acorde a lo que sea necesario. Un cofrade, como
miembro de una asociación eclesial que es, debe ser de naturaleza conservadora
para determinadas cosas relativas a la tradición, las costumbres, el respeto a la
herencia recibida, etc. Pero a la vez, debe tener los pies en el suelo con
respecto al momento en el que vivimos, a la evolución que tienen todas las
cosas (incluida la propia Iglesia, como bien está demostrando el Papa
Francisco) y a la necesidad de adaptación que también deben tener las Cofradías
para su propio bien y su persistencia en el tiempo.
¿Cómo ves la salud
cofrade actualmente en nuestra ciudad?
Pues depende de si, para mirarla, te pones la
bata de médico o las gafas de turista. Si vas de turista, creo que el nivel que
se ha alcanzado en lo estético ha avanzado muchísimo en pocos años, poniéndose
a la altura de resultar interesante y grata de contemplar. Si te pones la bata
de médico le veo una buena fachada para lo preocupantemente podrida que, generalmente,
está por dentro. Más claro: el agua.
Haznos un balance
de tu experiencia como cofrade en general.
Un balance cofrade, para que sea ecuánime, debe
hacerse quizás con mayor madurez de la que yo aún presento. Es cierto que son
ya 40 años los que llevo en esto, pero no dejo de aprender cada año, de caerme
y de levantarme, así que quizás sea demasiado aventurado realizarlo ahora mismo.
Quepa contestar que, de momento, gana lo bueno a lo malo: si no fuera así ya no
estaría en esto. He visto a muchas personas huir de este mundillo. Yo sin
embargo aún aguanto el tirón porque le saco experiencias verdaderamente
positivas.
¿Algún momento
cofrade que recuerdes cariñosamente?
Muchos: aquellas idas a San Pedro de la mano de
mi padre para salir en el Silencio siendo muy pequeño, aquellos primeros
ensayos de costaleros de las interminables cuaresmas de los años 90, algunos
momentos de muchísimo pellizco “piando” debajo del Señor de la Cena , el día en que le puse a
mi hija su primera medalla al cuello, vivencias con mis amigos viendo
Cofradías, la mañana de la Magna Mariana
con la Esperanza ,
noches en vela trabajando para comprobar que luego algo salía adecuadamente, mi
primera salida debajo del Santo Cristo de San Agustín, la primera mañana de
Corpus con el misterio de la Cena
para llevarlo al altar, la primera vez que pedí venia con el Silencio, las
caras de la gente y la ovación tras pronunciar el Pregón del Realejo… he hecho
de todo, así que podéis imaginar.
¿Cómo te
describirías como cofrade en tres palabras?
Trabajador, sentimental y detallista.
Personalmente,
¿Cómo ves la Hermandad
de Escolapios haciendo una mirada global?
Es una corporación con dos hermosas imágenes, con
mucho gusto para todo aquello que tiene que ver con la estética (priostía, vestimentas,
altares de cultos, etc.) y muy agradable de contemplar en la calle.
Y ¿cómo crees que
se ve en el mundo cofrade en general?
Bastante acorde con el ya comentado nivel
estético que están alcanzando las Cofradías de Granada para el poco número de
hermanos que tienen y el menor número activo de ellos que se suelen involucrar
en las tareas de gobierno, administración, trabajo y gestión de las mismas.
Todos tenemos una
Semana Santa idealizada en nuestra mente, ¿cómo se presenta Escolapios en la
tuya?
Pues quizás con un cortejo más amplio en la
calle, mucho más arropada de gente, con muchas y diversas convocatorias a lo
largo del año no exclusivas de lo estrictamente recogido en reglas… vamos como idealmente
se presentaría casi cualquiera de las de aquí y que tanto comparamos con las de
otros sitios cuando acudimos de visita.
¿Qué momento de su Estación de Penitencia recomienda? ¿Por qué?
Es curioso: a mi particularmente me gusta mucho ver vuestro paso de Cristo de día, y sin embargo prefiero el paso de palio de noche. Creo que a la dulzura y la policromía de la Virgen le va mucho mejor la candelería ya quemada, la oscuridad de los bordados, etc. Así que podría recomendar la salida del Señor al Paseo de los Basilios, con el verdor de los árboles de la ribera del río, y volver con el paso de palio por la Carrera de la Virgen. Echo en falta una calle sinuosa y estrecha de regreso para ese palio, la verdad sea dicha.
¿Qué destacarías
de esta corporación nazarena?
La armonía que ha conseguido renovando sus dos
pasos; la incuestionable belleza de la Virgen del Mayor Dolor; el excelente nivel que ha
conseguido en sus montajes de altares (tanto de quinarios y triduos como de
besamanos); el buen andar de sus cuadrillas de costaleros; la calidad de las
cosas que van incorporando al patrimonio de la Cofradía …
Todas las
Hermandades pueden mejorar, a tu entender, ¿en qué debería de hacerlo mi
hermandad?
Pues, por ejemplo, algo que me llama
poderosamente la atención es que, residiendo junto a un colegio, la Hermandad no explote más
ese recurso volcándose con las nuevas generaciones para involucrarlas en esto.
Si no hacemos por perpetuar nuestras costumbres entre los más pequeños, mal
futuro tenemos. Echo de menos dos o tres tramos más de niños del colegio o
actividades exclusivamente enfocadas a la juventud como sé que hacen otras
corporaciones de fuera de Granada que están vinculadas a centros educativos.
¿Tienes alguna
anécdota relacionada con la
Cofradía ?
Sin ser yo miembro de la Hermandad , puedo decir
que sí que tengo y he tenido mucha vinculación personal con determinados
hermanos vuestros que me han hecho sentir muy a gusto cada vez que he pisado
vuestra sede (a veces sólo, a veces con mi hija o con otras personas). El trato
con las personas es lo que, en muchas ocasiones, hace diferentes a los sitios,
y yo he tenido la suerte de sentirme siempre bien recibido en vuestra casa. Mi
especial deleite por vuestra Virgen me ha permitido poder estar relativamente
cerca de Ella y me ha generado preciosos momentos con mi hija desde muy
pequeñita, por ejemplo.
¿Algún momento
especial que hayas vivido, o te haya hecho vivir?
Yo fui de los desafortunados que en su día no
pudo acompañar a la Virgen
a Roma, y me hubiera gustado muchísimo hacerlo. Sin embargo y, a través de
amigos íntimos, viví con cierta intensidad todo aquello y me sentí muy
orgulloso de que una Cofradía de mi tierra diera ese testimonio de fe, entrega
y trabajo tan lejos de aquí, representando a una Semana Santa que no es tan
popular como otras.
Para terminar, un
sueño cofrade.
Pues me gustaría mucho que las
Cofradías empezaran a ser un poco más Hermandades: que volvieran a aquellos
orígenes asistenciales y personalistas que tuvieron en sus inicios antes de que
la Desamortización
se lo cargara casi todo. Que se diera más importancia al hermano: a su opinión
y a sus necesidades. Que no se nos tratara como un simple número a la hora de
votar o de pagar una cuota. Si se cuidara a las personas que componen las
Cofradías lo mismo que cuidamos de engordar el patrimonio a lo mejor veríamos
cultos llenos de gente, consiliarios contentos con nuestras actuaciones, casas
de hermandad con vida, cortejos mucho más nutridos en la calle… y tendríamos
más peso ciudadano del que tenemos. No podemos pedir a los demás que nos tengan
en cuenta cuando nosotros mismos no cuidamos siquiera de las personas que
tenemos en nómina. Así que sueño con Cofradías menos huecas, menos falsas y más
centradas en atender a las personas que las integran: donde los individuos sean
al menos tan importantes como otra serie
de cosas… Lamentablemente creo me moriré sin verlo.
Gracias por querer conocer mi
opinión sobre todo esto, aun no siendo hermano de los Escolapios. Se os
aprecia.
Álvaro Luis Barea Piñar.
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