Vamos a inaugurar otra de las temáticas que me gustaría tratar dentro del blog, las entrevistas. Para inaugurar esta sección, vamos a acercarnos más a una
persona muy relevante de nuestra Semana Santa, se trata de D. Francisco Garví
Fernández, vestidor de María Santísima del Mayor Dolor, entre otras numerosas
dolorosas de Granada y su provincia. Cofrade comprometido con nuestra Semana
Mayor desde hace bastante años, viéndose reconocida su labor en 2010 con la
concesión del premio Nazareno del Año a los Nuevos Valores.
CONOCIENDO A
FRANCISCO GARVÍ
Paco,
a sabiendas de que es un tópico y un recurso muy usado, no puedo resistir el realizar
ésta pregunta para comenzar: el vestidor, ¿nace o se hace? Vestidor, se
nace, es algo que desde pequeño llevas en tí, y a tempranas edades ya te despierta
un gran interés todo lo relacionado con el aderezo de una Imagen de la Virgen.
Con el paso del tiempo se puede aprender una técnica, las proporciones, los
volúmenes, etc., pero aunque la vestimenta podría considerarse correcta, podría
igualmente no transmitir nada. Sin embargo, el vestidor nace con esta vocación
y no necesita tan siquiera aprender la técnica para realizar una gran
vestimenta que transmita y la haga llegar al corazón del devoto. Sí es cierto
que la inquietud que despierta en ti esta labor te hace aprender nuevas
técnicas para ampliar el abanico de tus propias posibilidades, pero un gran
vestidor, desde su primera vestimenta lo hará bien.
Imagino
que lo recordarás como si fuese ayer mismo, pero podrías contar cuándo, y sobre
todo cómo, te diste cuenta que querías dedicar parte de tu vida a esta tarea.
¿Qué fue lo que te inspiró? Descubrí mi vocación de vestidor siendo niño,
cuando me gustaba vestir pequeñas Imágenes de la Virgen, y despertaba gran
interés en mí la vestimenta de Nuestra Señora de los Dolores y Soledad de la
localidad granadina de Lanjarón. Pero lo que realmente me inspira a la hora de
querer llegar a ser un vestidor de María Santísima, fue el contemplar a María
Santísima de las Maravillas a su paso por Plaza Nueva, cuando en aquella
ocasión para mi entender, no estaba lo suficientemente favorecida, o bien
vestida, una Imagen que para mí es muy especial tanto por la devoción que le
profeso, como por la gran valía artística de la talla.
Desconozco
si tenías alguna imagen particular con la que practicabas, pero ¿cuál fue la
primera imagen que pudiste vestir? ¿Qué sentiste en aquel momento? La
primera Imagen a la que me enfrento como vestidor fue la de Nuestra Señora de
la Soledad de la ciudad de Guadix, cuando en el año 2001 la hermandad accitana
buscaba vestidor para el aderezo de su Titular, y yo me ofrecí para dicho
cargo, sin tener una experiencia real en Imágenes de tamaño natural, pero sí
con la ilusión de realizar dicha labor. Aunque mis primeros pasos ya los había
dado en el arreglo del manto de la Imagen de Nuestra Madre y Señora de la
Consolación Titular de mi hermandad granadina. En aquella primera vestimenta de
la Virgen de la Soledad de San Miguel sentí una gran emoción de ser el
responsable de la vestimenta de dicha Imagen y ver cumplido aquel sueño que
desde niño tenía en mi corazón.
¿Cuánto
tiempo ha pasado desde aquel instante hasta hoy? ¿Existe mucha diferencia entre
el ayer y el presente de esta privilegiada tarea? Han pasado catorce
años desde entonces, en los que he vivido grandes momentos así como situaciones
de inquietud, preocupación e intranquilidad, pero siempre sin perder la ilusión
por mejorar la semana santa de mi ciudad, que es lo que verdaderamente me
motivó un día a coger el primer alfiler.
Mucho han
cambiado las cosas desde entonces, cuando los ajuares de las Dolorosas de
Granada eran muy limitados, y el patrimonio de las Imágenes muy escaso. Hoy
día, gracias a Dios, todo esto ha cambiado mucho y nuestras Dolorosas disponen
de ricas sayas y mantos bordados, valiosos encajes antiguos para la confección
de los tocados, así como numerosas joyas de gran valía.
No
cabe duda que cada imagen tiene una impronta y una personalidad, ¿cómo
consigues dársela? Llevas una idea
preconcebida en casa, es decir, ¿te dejan trabajar los priostes con libertad, o
desde cada Hermandad se te “impone” una línea definida? Cada Imagen
tiene su propia personalidad, pero también cada hermandad le imprime a su
Titular su propio carácter. Por lo tanto, en unos casos la línea a seguir en la
Imagen será la determinada por la hermandad y por su priostía, y en otros casos
en los que no existe esta premisa, sí es el vestidor el que estudia la Imagen y
la viste de la forma más adecuada según convenga a la Imagen, y a la hermandad.
En algunos casos el carácter de la Imagen no coincide con el de la hermandad, y
hay que llegar a un equilibrio entre ambos para que la hermandad no pierda su
esencia ni la estética de la Imagen quede enmascarada.
¿Tienes
algún vestidor de referencia en el que te fijas? Como son muchos los
compañeros a los que sigo porque valoro su trabajo, no voy a citar a ninguno,
puesto que en el mundo de la vestimenta en Andalucía, hay grandes artistas en
distintas capitales de nuestra región.
¿Cuáles
son las características que debe tener un vestidor? Sé que las Hermandades
normalmente son las que os dan todos los elementos necesarios para realizar las
vestimentas, pero en ocasiones es el propio vestidor el que aporta algo. ¿Tú
tienes alguna tela, encaje o algo en particular que “prestes” a alguna
Hermandad para realizar alguna vestimenta? Las características que tiene
que tener un vestidor ante todo es devoción a la Madre de Dios, y respeto, si
no realizará vestimentas frías que no transmitirán nada a los devotos y
carecerán de sensibilidad para llegar al corazón del cofrade. En segundo lugar
tendrá que tener la técnica y el gusto necesarios para realizar esta labor. Y
en tercer lugar, el vestidor deberá tener la humildad y la capacidad para no
intentar imponer su criterio, sino escuchar primero a la hermandad y después en
caso de no coincidir en criterios, saber defender el suyo sin menospreciar el
de la hermandad.
Un vestidor
puede prestar en alguna ocasión puntual alguna tela o encaje para la confección
del tocado, pero no puede acostumbrar a la hermandad a esto, si no la hermandad
se acomodará a esta situación y nunca crecerá el ajuar de la Imagen, lo que
causará graves consecuencias cuando el vestidor deje de desempeñar esta labor
en dicha hermandad, puesto que la Imagen se verá con un escaso patrimonio
respecto a otras hermandades.
Tengo entendido
que hay vestidores que perfuman a sus imágenes, ¿eres tú uno de ellos? ¿Qué
opinas al respecto? Me parece
totalmente lícito y adecuado el perfumar la ropa interior de la Virgen, pues se
trata de cuidar hasta el más mínimo detalle en el aderezo de la Imagen. De
hecho, en mi caso, cada Imagen tiene su propio perfume, lo que le confiere una
gran personalidad a cada Dolorosa en ciertos momentos como el besamanos, en los
que al acercarte a la Imagen puedes apreciar dicho perfume.
Sé
que son muchas las imágenes que tienes el honor de poder vestir actualmente, ¿cuántas
son en concreto? ¿Aparte de la provincia
de Granada, tienes que salir de nuestra tierra para realizar tu labor? En
total son diecisiete las Imágenes de las que me encargo de vestir en la
actualidad. Trece en la ciudad de Granada, once Dolorosas y dos Glorias:
Victoria, Maravillas, Dulce Nombre, Dolores, Amargura, Consolación, Rosario,
Estrella, Mayor Dolor, Soledad de San Jerónimo y Dolores y Desamparo del Corpus
Christi del Zaidín, y Glorias, Madre de Dios de las Comendadoras de Santiago y
Consolación de San Matías. Tres en la provincia de Granada, Amargura de Guadix,
Salud y Esperanza de Lanjarón, y Rosario de Chite, y una Dolorosa de la ciudad
de Jaén, la Amargura del Salvador.
¿Hay
alguna imagen a la que te gustaría vestir que aún no hayas tenido la
oportunidad de hacerlo? Por supuesto, siempre hay alguna Imagen que
cautiva tu corazón y no tienes el privilegio de poder vestirla, pero esto se
queda precisamente en el silencio de mi corazón.
Para
terminar con estas cuestiones generales en las que te conocemos como vestidor,
¿qué se siente al ver procesionar una imagen vestida por ti? Se siente
una gran satisfacción personal al ver tu trabajo en la calle, y como miles de
miradas se dirigen a la Imagen emocionados por esa belleza, y recuerdas tantas
horas de cansancio, frío, inquietud, nerviosismo… y como todo eso queda
compensado en ese momento.
VESTIDOR DE MARÍA SANTÍSIMA DEL MAYOR DOLOR
Una vez que hemos tenido la oportunidad de conocerte un poco más como en tu faceta de vestidor a
rasgos generales, me gustaría conocer un
poco más, esta vez dirigiéndome a ti como vestidor de mi Titular Mariana.
¿Cuántos años llevas engalanando a
Nuestra Madre? Siete años. Desde octubre de 2005 a junio de 2009 y desde
octubre de 2011 a julio de 2014.
¿Recuerdas cómo
y cuándo fue el momento en el que te preguntaron si querías vestir a la Reina
de Roma? Lo recuerdo perfectamente, como si fuera ayer. Fue en
septiembre de 2005, lo que supuso para mí una gran ilusión y un gran
privilegio, al tratarse de una de las Imágenes más bellas de nuestra ciudad.
¿Estaba Ella entre
las Dolorosas que querías vestir en ese momento, o se puede decir que “fue Ella
quién quiso que la vistieras”? Sin lugar a dudas era una de las
Dolorosas que quería tener el honor de vestir, pero no me cabe la menor duda
que fue Ella quien quiso y quiere que me encargue de dicha labor.
Seguramente
tienes momentos especiales cada vez que vistas a una imagen pero, ¿podrías
describir que sentiste la primera vez que vestiste a María Santísima del Mayor
Dolor? Sentí una gran responsabilidad y nerviosismo, y a la vez una gran
ilusión y satisfacción. Se trataba del cuatro de octubre de 2005, festividad de
San Francisco de Asís, el día de mi santo, y para mí fue una jornada muy
especial que nunca podré olvidar, y que guardo en mi corazón como uno de los
momentos más importantes de mi vida.
¿Tardaste mucho
en hacerte a Ella para dotarla de un estilo propio? En aquellos años en
los que tenía menos experiencia, tardaba un poco más en hacerme a la Imagen,
pero hoy día desde la primera vestimenta ya puedo captar el estilo e
idiosincrasia de cada Imagen.
¿Cómo definirías
el estilo de vestimentas de Nuestra Madre? Estilo clásico pero sobrio,
propio de hermandad de centro.
Cada imagen y
cada Hermandad es distinta. En Escolapios, ¿sigues algún guión particular
establecido a la hora de realizar las vestimentas, o le dotas de alguna impronta
distinta a otras corporaciones? Es cierto que cada hermandad tiene su
propio estilo e idiosincrasia, pero también es cierto que muchas corporaciones
optan por el estilo clásico, que es el más aceptado en nuestra ciudad. Pero, a
pesar de las similitudes, Mayor Dolor se define por un estilo clásico, sobrio y
elegante, que realza las bellas facciones de esta singular Dolorosa de Luis
Álvarez Duarte, siendo para mí la obra mariana más afortunada de este escultor.
Se trata de un
tema muy personal desde que se desviste la imagen hasta que se da por
finalizada, pero ¿qué protocolo sigues a la hora de vestir a la Reina de Roma?
La Virgen es bajada de su Altar por el equipo de priostía de la hermandad, y
desvestida por sus dos camareras. Durante este proceso la Virgen es escoltada
por dos cirios encendidos. Y a partir de este momento comienza mi labor con el
cambio de la ropa interior de la Imagen. A continuación se perfuman las enaguas
y comienza la vestimenta propiamente dicha con la colocación del corpiño,
manguitos, mangas, saya y cinturilla. Posteriormente se procede a la confección
del tocado, bien usando algún encaje o mantilla, o bien algún tul o tela para
el denominado tocado de tablas. Por último se coloca el manto, la corona,
pañuelo, rosario y alhajas. Y se termina
subiendo la Imagen a su altar y rezando el ángelus en acción de gracias por
dicha vestimenta.
Tengo entendido
que esta labor requiere mucha concentración, en el caso de nuestra Hermandad, ¿cuentas
con la presencia de camareras o auxiliares pendientes de lo puedas necesitar?
Sí, en el caso de la hermandad escolapia, se cuenta con la presencia de dos
camareras y un equipo de auxiliares miembros de la priostía y albacería de la
hermandad, que se encargan del cuidado del ajuar y del mantenimiento de dicho
patrimonio.
¿Es cierto que
guardas en tu mente las vestimentas pasadas y tratas de no repetir
combinaciones así como planificas de alguna forma vestimentas especiales
próximas para realzar su belleza? Sí, recuerdo vestimentas de varios
años atrás, para no repetir dicha vestimenta en el mismo momento litúrgico del
año, así como planifico al comienzo de cada curso las vestimentas más
significativas del curso cofrade, como pueden ser en este caso la vestimenta de
salida del Viernes Santo, la vestimenta de triduo y besamanos, o las vestimentas
de hebrea y luto.
Son muchos los
momentos que has vivido junto a Ella, ¿serías capaz de quedarte con alguno de
ellos en particular? ¿Podrías citarnos alguno? Recuerdo de forma muy
especial la vestimenta para el rosario vespertino que se celebró con motivo de
la incorporación de San José de Calasanz como Titular de la hermandad, por la
gran ilusión que despertó este acontecimiento en el seno de la hermandad y de
la priostía escolapia. Así como la vestimenta de luto del año en el que vuelvo
a incorporar a la Reina del Mayor Dolor entre las Dolorosas que visto, tras un
periodo de dos años, la Virgen quiso que volviera a desempeñar esta hermosa
labor y disfrutar de nuevo de su belleza.
¿Tienes
predilección por alguna vestimenta en especial para los distintos tiempos
litúrgicos? Sí, tengo especial predilección por la vestimenta de luto y
la vestimenta de besamanos.
¿Cómo viviste la
primera Estación de Penitencia siendo tú su vestidor? Fue una gran
satisfacción ver salir a la Reina de Roma entre la arboleda del Paseo de los
Basilios bajo su hermoso paso de palio luciendo su factuoso encaje de punto de
aguja, que yo mismo había dispuesto en un clásico tocado como corresponde al
estilo de esta Dolorosa, y que su propio escultor ya le imprimió desde su
primera vestimenta en su taller sevillano.
o
Una marcha: Macarena de Emilio Cebrián.
o
Una flor: Fresia lila.
o
Un color: Morado.
o
Un perfume: Esencia de rosas.
o
Una joya especial: Relicario con forma de corazón
traspasado por siete puñales que alberga la reliquia del Santísimo Cristo de
San Agustín, Sagrado Protector de Granada.
o
Un adjetivo: Belleza.
o
Una sentimiento al mirarla: Ternura.
Para culminar esta amena charla, quisiera aprovechar para darte la enhorabuena por tu encomiable labor y recordar a los cofrades que pueden seguir tu trabajo en http://elbarcodemaria.blogspot.com.es/ . Ya sólo me queda agradecerte tus
palabras y dedicación para que nuestros hermanos puedan conocerte mejor como
persona y como vestidor de nuestra Madre, María Santísima del Mayor Dolor.
Fotos: D. Benjamín Rodríguez González
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