Se
trata de un juego de navetas donado por una familia hermana de
nuestra corporación nazarena, que viene a enriquecer nuestro patrimonio
artístico, particularmente el usado por nuestro cuerpo litúrgico.
Son dos navetas de grandes dimensiones realizadas sobre 2 antiguos nautilus naturales.
Uno
de ellos descansa sobre una pieza de orfebrería plateada en su mayoría,
aunque parte de la misma sea dorada, la cual sigue unas suaves líneas
onduladas y geométricas, rompiendo su conjuntos con unas piedras de
lapislázuli.
El otro tiene un basamento en orfebrería
dorada en su mayoría, salvo detalles en plata. Sus líneas son mas
barrocas, compuesto por ornamentación vegetal, así como una base en
forma de sol. En este caso, las piedras son de jaspe rojo.
El bello conjunto se remata con un juego de cucharillas realizadas también en nácar, con filigrana plateada.
Sin
duda se tratan de 2 piezas únicas en nuestra ciudad que vienen a
engrandecer nuestro patrimonio, así como ha dotarlo de carácter
personal.
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